miércoles, 10 de diciembre de 2014

Mientras


prendes tu televisor
para alentar
a tu selección
hay gente que se prende
y muere
porque la selección de personal
es la mejor táctica
para mantener a raya
los sueldos.

Llegarás a la gloria
con la pelota en la red,
al orgasmo genuino
o
a la diametralidad inversa
donde se cierran los ojos
y el silencio se mastica
como yerba amarga.
Pero después de la risa
y el llanto,
el televisor se queda sentado
poniendo en el último rincón
de la parrilla programática
-si es que se digna a mencionarlo-
la historia del último hombre de fuego
que se jugó el mundial
de la vida, y que hoy muere.
Terrible es, amigos, que el dolor
nos toque menos que un gol.

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