Mamá pájara
Mama mar
dime por qué mi pecho de volcán
y lava
se vuelve piedra cada vez que amenaza el frío
La desilusión le quita el brillo
a mis ojos de niño
frágiles porque solo aprendieron
formas de acercarse sin muralla
y ahora estatuas, miran hacia el sur
y ya no saben si este ciclo
de primaveras fuera de estación
pueda transformarse
en los otoños
que tanto han indeseado
Hojas y pétalos mi lengua seca
sin pronunciar las palabras escribiéndolas
Mama pájara
Mama mar
enséñenme el camino de vuelta
a mis elementos,
tantos años
estuve en la ciudad
que aprendí entre los seres vivos
a tenerle mucho miedo al dolor.
Estas latitudes han sido azotadas
como pocas al daño,
y no quisiera dejar de fluir y volar
con la misma ligereza de estos vientos llenos de calma.