jueves, 30 de octubre de 2014

Perros lunáticos

Tanto de su Luna
bebí hasta los gritos
madrugadas
tras el celo de nosotros perros
mordiéndose el aire
fragmentado en pequeños ahogos.

Éramos marea
mil veces entre las piedras
golpéandolas.

La Luna no se vaciaba
y bebía y bebía
su leche
en nuestros muslos y pechos
discurriendo.

Cruzamos las fronteras.
La Luna aún no se vaciaba
pero su luz era el artificio del Sol
pues seguimos perdidos
en su contracara
un par de años.

domingo, 5 de octubre de 2014

De piel en pie

Aterrizar, caer parado gastando un par de vidas, tragar un sorbo hondo de bofetadas de realidad. Lavarse la cara, llorar las penas cuando valga la pena llorarlas, seguir adelante. Ser firmes ante los por qué y cómo, y por sobretodo, no anestesiarse en la comodidad de las migajas que unos a otros entregan. No arrepentirse, vivir, pero tampoco abandonarse a la suerte de las noches, azares y ruletas, tiras y afloja, en fin, tumultos de flores rotas.

Pincelar el tránsito de los grises con toda la paleta de colores que ausentan, y no sólo andar buscándolos para uno mismo. A fin de cuentas, hay una línea fina entre lo que algunos llaman libertad y el tan vomitivo egoísmo.

Aterrizar.