jueves, 14 de mayo de 2015

Como la mierda

Aún no termina. No.
La ANI
hija de La Oficina
hija de la CNI
hija de la DINA
hija del aparato
represivo de siglos
de dominación.
Eslabones que se instalan
en el estómago
haciendo electroshock
para olvidar la memoria.

Pero la memoria
guarda dentro suyo
el peligro,
un mono con navaja
que obnubila el presente
donde se repite y repite
lo que se creía imposible
para que nunca más,
para que nunca más.

¿Han oído hablar
sobre las torturas
en periódicos digitales alternativos
que nos permiten la CARA B,
el lado oscuro del país y el mundo?

Cárceles repartidas
en todas partes
el miedo y la disciplina
son el matrimonio perfecto
para mutilar la divergencia.

Las balas vienen nuevamente
tras nuestros pasos
a la espera
del terremoto social
cuando nuevamente
quede al descubierto
-incluso ante los ojos del más creyente-
su negocio terrible
de cuello y corbata
con bota militar de aval.

Dirán, seguro, que es un delirio
pero si abren un poco las persianas
podrán observar que la dictadura
nunca ha terminado.

Tal vez,
mañana seremos
el nuevo material
que engroce las listas
de N/N repartidos en fosas comunes
o, quizás con mejor fortuna,
bajo el marco de la democracia
en un cuadro con nombre y apellido
en el museo de los lamentos.

Chile es un país circular y vicioso.

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