sábado, 5 de noviembre de 2016

Altura de Miras

Si vas al centro de la ciudad
se puede observar cuántos edificios
comienzan a elevarse en forma
simultánea.

Cuando vas pasando por debajo de uno
a veces caen personas como sacos de harina.

Los demás siguen caminando

Miran sus celulares

No importa cuántos muertos más
se sigan construyendo
en la demolición de sueños
que cruza Santiago.

Todos aman apoyando sus caras
detrás de la vitrina
mientras llueve,
y el barro es la ley
en aquellos lugares
que están fuera
de tus redes sociales.

Ahí donde se ven caras de personas,
no de personajes.

¿A quién le importa tu vida
o la mía
si de todas formas
el abrazo fraterno
esconde tras de sí
las cifras de productividad
que te ponen en una competencia
absurda, peor aún cuando la aceptas?

Sí, es que entre hombres
debemos olernos el pH
a ver quién representa
el escalón más alto del alfabeto griego.

No hay espacio para tristezas, no.
Se debe cumplir el rol histórico,
ser gorilas resistiendo en los hombros
la viga del piso 20
del cual harás un clavado hacia el infinito,
joven sensible.

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